`Y pensar que algunos creen que solo estamos cosiendo una bandera " ´ La excusa: coser una bandera argentina de gran longitud con retazos de tela donados, no importa el tamaño y sus tonalidades. La herramienta: una máquina de coser o cientos de ellas. El cometido: que la gente vuelva a creer en la gente y que los jóvenes se contagien de esta comunión de sueños colectivos. Para comprar la tela muchos chicos de todo el país dejaron de comer caramelos durante un tiempo, vendieron pastelitos que sus mamis cocinaron, comieron un alfajor menos en el recreo, vendieron rifas, recorrieron las calles con alcancías improvisadas en latas de leche o botellas de gaseosas, se quedaron con el vuelto de algún mandado, le pidieron monedas a los abuelos o usaron las que les dejó el Ratón Pérez. No importa que esta bandera crezca 1 metro o 30.000, siempre y cuando crezcan en la gente las ganas de hacer 'con' los demás y no sólo 'para' los demás. Es así como comunidades enteras colaboran para que un grupo de chicos viaje a Rosario, consiguen dinero para un tratamiento médico, juntan alimentos para comedores o cosan batitas para un hospital carenciado. Y todo esto por haber trabajado juntos 'solamente' cosiendo una bandera. La gente une la tela... La tela une a la gente Este artículo proviene de AltaEnElCielo.com.ar: http://altaenelcielo.org La dirección de esta noticia es:: http://altaenelcielo.org/modules.php?name=Sections&op=viewarticle&artid=22