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g- Nuestra historia: A partir de 'Alta en el Cielo'... | | |  |
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19 de Junio de 1999
Viento y frío.
Desplegamos el primer tramo cosido, 130 metros.
Era increíblemente grande como la emoción y orgullo de ese momento.
Rosario comenzaba así una locura nacional:
unir a la gente.
Junio 20 de 1999.
El frío cala los huesos. Viento y llovizna.
A punto está de comenzar otro desfile cívico militar correcto y prolijo, como siempre.
Al sur de Avenida Belgrano, algo se mueve.
Cientos de manos, frías, despliegan y sostienen un enorme paño de tela; de telas unidas. El palco y el grueso del público asistente se hallan a 400 metros.
Un trueno de jóvenes voces, responde a una firme pregunta: - ¡Sí, juro!
El enorme paño se mueve; ahora hacia delante. Chicos, jóvenes y adultos caminan junto a ella.
€˜La Generación Malvinas €™, reconocidos como ex combatientes y sus hijos portaban una bandera rumbo al centro de la ceremonia frente al Monumento.
Al frente de esta bandera, casi desbordado por la historia y sus símbolos, caminaba tomado del paño un pibe de 12 años: Joaquín.
El, seguramente, no comprendía ni mensuraba lo que estaba viviendo, pero sí sentía que era importante estar allí, con otros.
Su papá, lo miraba extasiado mientras corría con su cámara de un lado para otro, para registrar ese momento, histórico y para siempre.
A cien metros del palco, la voz del Turco Lotuf, locutor oficial de ese día, late y dice:
€˜ ¡Se acerca, la bandera confeccionada por el pueblo de nuestra ciudad! €™
Joaquín dice que en ese momento se le doblaron las rodillas. Al padre le ocurrió lo mismo.
Los aplausos desde cada rincón, daban la bienvenida y bautizaban sin saberlo, el paso de una locura que recién comenzaba: eran 130 metros de aquella primera bandera confeccionada con retazos de tela donados.
Nacía €˜Alta en el Cielo €™.
La enrollaron cantando y la guardaron en el baúl de un Torino azul modelo ´77 del papá de Joaquín.
Esa bandera a los dos les pareció hermosa y enorme, como la de cada año.
El papá estaba tranquilo y orgulloso;
él había confiado en la gente.
La gente, también había confiado en la gente.
A partir de ese 20 de Junio, ningún día de la Bandera volvió a ser lo que era.
Antes eran todos espectadores. Hoy, son todos protagonistas.
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